Hace mucho, mucho, tiempo en un mes casi no tan lejano se estrenó una nueva película de Star Wars y eso significa que quien les escribe debe reseñarla, o al menos quiere hacerlo. Comencemos, esta vez con spoilers.
Star Wars: The Last Jedi, es el nuevo episodio de la franquicia que continúa con los personajes que se presentaron en The Force Awakens, pero que, por el potencial de una nueva trama y mundos, termina siendo una mejor película que la que entregó J.J. Abrams.
Lo mejor de entrada es Luke Skywalker. El mítico Jedi está escondido en una isla lejana y Rey -la protagonista de esta nueva trilogía- está decidida en convencerlo para que venga a salvar el día. Luke se niega y explica sus razones para que los Jedis lleguen a su fin. Vemos su culpa y decepción, es el último capítulo del chiquillo que miraba al horizonte con esperanza y ahora parece haberla perdido.
Rey necesita de un guía además para entender sus poderes y está dispuesta a todo para saber quiénes son sus verdaderos padres y qué pasó con ellos. En el proceso establece contacto con Kylo Ren, donde ambos llegan a entender que no son tan diferentes como solían creer. Tanto Kylo como Rey quieren traer un orden determinado a la galaxia, Rey quiere traer la paz e intenta convencer al hijo de Leia Organa para que vuelva al lado luminoso. Por su parte, Kylo -al muy estilo Anakin con Padmé en Revenge of The Sith– quiere gobernar la galaxia con Rey desde el lado oscuro.
Lo lamentable es que esa trama ligada a la Fuerza, los Jedis y estos tres personajes se vea interrumpida de vez en cuando por otras historias que sólo hacen perder el tiempo. Tramas que no tienen sentido porque todas las decisiones han sido tomadas por la General Leia Organa y la Vicealmirante Amilyn Holdo, pero que el resto de los personajes “importantes” quieren omitir.
Uno de esos personajes es Poe Dameron, que es señalado como el soldado valiente, intrépido, pero que no sigue órdenes y cuestiona sus superiores. Una actitud que lo lleva al riesgo de ser más un kamikaze que alguien que pretende ganar una guerra. Y por sus acciones, la Resistencia está en riesgo durante toda la película.
Tras ser atacados, perseguidos y con Leia en coma, deciden infiltrarse a la nave enemiga para desactivar el sistema que los permite rastrearlos. Ahí deciden viajar a un planeta casino donde perdemos preciados minutos, pues el planeta sólo sirve para mostrarte -de una forma no muy sutil y sin profundidad- cómo funciona el sistema económico armamentista, el trabajo infantil y el maltrato animal.
Al final nada del plan les resulta porque como dije todo estaba asegurando con las decisiones de Leia y Amilyn. Y por culpa de eso, no tenemos más de la Vicealmirante para futuras películas. Incluso, Poe termina casi como líder de los rebeldes sin tener un mérito alguno durante toda la película.
Otro aspecto que lamento es que tengan a las grandiosas Lupita Nyong’o y Gwendoline Christie con personajes malísimos. No se lo merecen, y lo mismo va para Domnhall Gleeson interpretando al General Hux.
Star Wars y la idea de la “heroína”
En sentidos prácticos, The Last Jedi se preocupó de presentar en pantalla a más personajes femeninos tanto en la Primera Orden como en la Resistencia. Hay varias interacciones entre ellas para pasar el test de Bechdel. Lo mismo equivale para la “cuota racial” donde el nuevo equipo se conforma por Poe Dameron (interpretado por un latino), Finn (afrodescendiente) y Rose Tico (interpretada por una vietnamita).
Sin embargo, no sé que tan válido pueda ser pasar el Bechdel o la cuota racial para comprobar que los personajes están bien escritos, y que participen en historias que permitan su desarrollo.
Rey no me convence como heroína principal o al menos para que la promocionen como tal. Evidentemente tiene un viaje que se desarrolla en esta película e incluso crece: la vemos enojarse, usar sus poderes y decididirse en lo que quiere a nivel personal. Pero aún así, sigo sintiendo que algo le falta. Sí, acá en The Last Jedi incluso duda y se enoja con Luke por el asunto de qué pasó con Ben Solo pese a que el mismo Kylo Ren le genere las mismas dudas.
En ese sentido, puedo entender a Rey. Lo que no me convence es su decisión por pelear a favor de la Resistencia y eso está desde The Force Awakens. No veo que comprenda por qué estos dos bandos andan luchando entre sí, o al menos no veo la intención de su parte por querer tomar protagonismo. En TFA pelea con Kylo casi por cosa de la misma trama con un entrenamiento express, y acá al principio quiere que Luke sea el héroe. Pero, ¿y ella? ¿No se supone que Disney la está presentando como la heroína de estas nuevas historias? Díganme, ¿qué ha hecho ella para ser una heroína?
¿Ha salvado la vida de alguien? ¿Ha detenido alguna fuerza maligna? Ha peleado un sólo round donde dejó herido al enemigo, mientras que la Resistencia está haciendo el resto del trabajo. Por lo menos ha perdido algo y es a Han Solo como pseudo-mentor o figura paternal, pero aún así sigo pensando que es insuficiente.
Quizás el viaje de Rey como protagonista es demasiado interno para que nosotros sepamos cuáles son sus motivaciones. Pero, si se supone que es la protagonista ¿cómo es que no sabemos estas cosas? Lo pienso como en los libros cuando sigues el punto de vista de un personaje: Harry Potter, Frodo Bolsón, Katniss Everdeen, los Pevensie, etc. Si lo llevamos a película podemos usar al mismo Luke, que se va desarrollando a través de la trilogía original y que está de un bando por varias razones. Los vemos entrar en este nuevo mundo, los vemos hacer aliados, entrenar, entrar en batalla, y caer. Luego se levantan y continúan, se hacen llamar héroes y heroínas porque hacen algo para ganarse el título: salvan personas, ayudan a otras, terminan con sistemas de gobierno que son nocivos, así suma y sigue.
Bueno, con Rey siento que esto no pasa y lo mismo con otros personajes. Quizás falta ver aspectos más complejos de Rey, porque para mí para que sea denominada la “nueva heroína” de esta saga debe pasar por más cosas. Maduración o cualquier otra cosa que la haga ser interesante, o que al menos que importe. Por favor, que ojalá en la próxima entrega le tomen el peso a lo que ser una protagonista significa y si quieren hacer de ella una heroína… también.
La idea -casi romántica- de un personaje de cultura pop que es que se vuelva alguien inspirador, de quién aprendes y llegas a querer si es un héroe de luz. Si presenta otro arquetipo te encariñas y aprendes de ellos por otras actitudes, pero lo haces. A eso deberían aspirar quienes decidieron crear a Rey, que sea más que la figurita de acción y los disfraces que venden millones.
Mejor personaje
Dicho esto, sólo nos queda apreciar a Leia Organa. El mejor personaje de Star Wars, y es su historia de resistencia la que la coloca por sobre Luke y Han Solo. Leia es la esperanza, la leyenda, la resistencia.
Heredera de la rebelión que tomó el bastión de Bail Organa, y que se convirtió en la líder. Uuna mujer que resistió al no conocer a sus padres biológicos como tales, a la destrucción de su planeta junto con la inminente muerte de sus padres adoptivos, que perdió a su hijo, su esposo, hermano, amigos y aliados.
Leia Organa no merecía nada de lo que ha sucedido, pero aun así ella resistió. Es la clase de heroína, la mujer soldado, la mujer con cargo, que se preocupa de su gente y que sabe tomar decisiones afrontando sus consecuencias. Es la clase de mujer que acompaña, apoya y cree en algo. Leia es una mujer que no se rinde, la que aguanta y se opone a lo establecido.
Ella es la clase de heroína que debemos apreciar. El personaje femenino que hizo historia en los 70’s y que en las marchas feministas más recientes es parte de las pancartas.
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Y no queda más que agradecer a Carrie Fisher por estar ahí para darle vida. Porque ambas son heroínas, así como cita Cassandra Clare (una de mis autoras favoritas):
“Los héroes no son los que siempre ganan. Ellos son los que pierden, a veces. Pero ellos siguen luchando, ellos vuelven por más. No se rinden. Eso es lo que los hace héroes“.