El Planeta Salvaje (La planète sauvage) es una película francesa de ciencia ficción animada, dirigida por René Laloux y estrenada en 1973. Esta película nos enfrenta a una trama donde la humanidad coexiste con una raza superior extraterrestre, de apariencia humanoide, piel azul y profundos ojos rojos. La historia está basada en una novela francesa del escritor Stefan Wul, “Oms en Série”.
La historia comienza con una mujer tratando de subir una colina con un bebé en brazos, sorpresivamente vemos como una mano azul de gran tamaño la empuja hacia abajo. La mujer cae, se levanta y vuelve a intentarlo. La mano azul nuevamente la empuja y vemos la escena repetida una vez más… finalmente la joven muere por el impacto de las caídas, dejando un bebé indefenso y envuelto en llanto. Es en ese momento que la imagen se amplía y vemos a un grupo de niños extraterrestres de la especie Draags, que estaban jugando con dicha mujer, quien no era más que un insecto para ellos. Esta escena me recordó de inmediato la clásica imagen de niños quemando hormigas con una lupa.
El bebé abandonado es adoptado por Tiva, una niña Draag quien lo trata como su mascota, llegando incluso a instalarle un collar con una especie de control remoto para evitar que se aleje demasiado. Gracias a esto, nos transportamos a ver el día a día de estos seres. Los vemos entrar en una meditación profunda, divertirse con Terr, su nueva mascota y estudiar a través de un dispositivo que envía conocimiento directo a su cerebro. Y es en este contexto que Terr se vuelve joven y comienza a aprender todo lo que Tiva va aprendiendo.
Aquí nos enfrentamos a un punto de inflexión en la trama, nuestro protagonista decide escapar robándose el conocimiento de los Draags (simbolizado en el dispositivo utilizado para aprender) y logra llevar este conocimiento a una tribu de humanos salvajes. Comenzamos a ver detalles de cómo viven los humanos no-mascotas, quienes se organizan para obtener ropas y alimentos. Vemos además como los Draags hacen una especie de fumigación para mantener la plaga de humanos bajo control.
El clímax de la película y su desenlace están muy bien logrados, ¡no los narraré aquí para ver si se animan a verla! Porque se las recomiendo 100%, es una historia original de ciencia ficción, un género que nos tiene un poco cansados de ver el mundo de 1984 retratado una y otra vez. El arte de la animación está claramente influenciada por el estilo surrealista que fue muy fuerte en Europa, si son conocedores del arte incluso podrán identificar varias referencias a obras del estilo.

El Planeta Salvaje nos plantea varias preguntas, la más directa es sobre la empatía con otras especies. En nuestro mundo somos la especie dominante por lo que no solemos cuestionarnos mucho el trato a otras criaturas vivientes. Sin embargo, en el escenario donde existe otro grupo dominante, notamos de inmediato la falta de empatía de los Draags para con los humanos. El otro punto interesante para analizar es el poder del conocimiento, el cual les permite a los humanos hacer frente a quienes parecían invencibles.
La empatía y el conocimiento nos harán una mejor especie.