Han sido días de cambios y sacudidas en diversos ámbitos. Que cambios de gobierno, que incendios en un hemisferio, que récord de tormentas congelantes en otro, que espectativas y resoluciones de nuevo año. Reconozco que había estado un tanto desconectado de las redes sociales, del mundo en general, de modo que no había notado que ella no estaba. Al menos no en forma visible en la red.
Y de pronto apareció, recibiendo saludos cariñosos. Y al punto mi mente marcada de tantas historias del universo de los comics no halló nada mejor que comentar “amerita hacer un artículo titulado “Por qué el mundo necesita a @lacomiquera”. Y a los segundos de haber pulsado “tweet”, volví a hacer la misma pregunta. ¿Por qué? ¿Qué le hace especial? ¿Realmente es necesaria o simplemente fue una zalamería de mi parte?
Pensé en lo que sé. Pensé en lo que creo. Pensé en sus artículos y su otrora constante presencia virtual, recordándonos una y otra vez que en el área de las culturas consideradas “ñoñas”, en la novelización gráfica, en las artes y letras, alguien tiene que recordar que siempre las mujeres tienen poder y mucho qué decir y aportar. Que aún ahora el entorno cultural lleva sendas trazas de misoginia y objetización. Pensé en su mirada refrescante de los productos que amamos, en su postura sólida como una voz que se alza en una habitación de club usualmente masculino.
Yo mismo pensaba que por momentos era mucho. Que se supone que hemos de buscar el equilibrio y complemento en todas las cosas, no ir al choque. Que en los comics, películas, videojuegos, libros y símiles todos tienen la posibilidad de aportar y ser oídos de forma sincera, sin ser prejuzgados, sin ser vapuleados por la masa que es peor que la ignorante per sé: la masa que cree que sabe algo. Sin embargo ahí estaba La Comi, siempre recordándonos el camino, siempre abierta al diálogo, siempre lista para aportar y enseñar si fuese necesario, o aplaudir a lo que merece elogio. Y así, paso a paso, ella se volvió alguien que merece ser tomada en serio. Alguien que llama la atención porque aún ahora, eso no es lo común en el medio.
Entonces, comentando las ideas de este artículo con una amiga (qué mejor que una mujer para poder explayarse sobre una mujer), se me vino esta idea: La Comi es como la película Avatar, de James Cameron… Está bien, les concedo que sí, visualmente es muy bella y es apreciada por muchos, pero al mismo tiempo provoca ruido entre muchos que reclaman que “es un argumento ya hecho demasiadas veces”. La película tiene la particularidad de que el tema que trata en su médula va a seguir siendo tratado mientras sea necesario que así sea. Mientras el mundo siga siendo explotado en vez de compartido y entendido, películas como Avatar seguirán surgiendo. Mientras siga habiendo desequilibrio de género en los comics, mujeres como La Comiquera seguirán surgiendo. Porque son estas las que provocan el click. Son estas las que inspiran los cambios.
Por eso mi deseo para La Comi es un poco contradictorio: Espero de verdad que llegue un día en que no sea necesaria para el mundo. No de la manera descrita. Porque querrá decir que el mundo habrá cambiado. Que a pesar de las caídas y de los tiempos oscuros, llegan estas personas que brillan y sobresalen, que nos inspiran, nos llevan y muestran el camino, que a su momento nosotros hemos de recorrer un día. Para que al final, un día, “todos nos reunamos en el sol”.
Esperamos tu regreso Comi.
* Por Isma-El
Hace unos días alguien escribió esto para mí. Ha sido un mes de locura en el trabajo, como dije, es lindo trabajar por la cultura, sentir que haces algo que afectará a miles y leer que son felices con espectáculos que estás difundiendo, pero extraño los comics que son mi gran amor, y extraño escribir sobre ellos con la calma y el tiempo que tenía cuando comencé este proyecto hace más de tres años.
Y comparto este artículo no porque se trata de mí, jamás me ha gustado ponerme como protagonista y suelo ser alguien muy reservada, lo comparto porque creo que TODOS tenemos el poder de inspirar a otros, creo firmamente que #todossomossuperhéroes y para eso no se requiere superpoderes, ni anillos mágicos, ni equipos millonarios ni entrenamiento. Todos podemos salvar a alguien, y en este mundo actual a veces es tan fácil olvidarnos y preocuparnos sólo de nosotros.
Yo también espero el día en que no sean necesarias más Comiqueras, ni Anitas ni DCwomenkickingass, porque querrá decir que vivimos en un mundo mejor como el que he visto en mis sueños. Y espero que todos estemos haciendo el mayor esfuerzo para verlo. Al menos por mi parte prometo intentarlo más.
Gracias.
Linda Comi, nosotros tambien pensamos en nosotros cuando te decimos que te extrañamos, pero sabemos que estas trabajando siempre ayudando a inspirar el mundo de los demas, al igual que ya lo hiciste con el nuestro <3
Un abrazo 🙂