75 años desde la creación de Wonder Woman y desde que William Moulton Marston lanzó la revolucionaria idea de una superhéroe, una que lucha por un mundo más justo, más amable y más inclusivo.
El desafío no era fácil para la directora, son 75 años de diferentes orígenes, artistas, visiones y conceptos incluso contradictorios, pero Patty Jenkins logra dar con la mezcla perfecta para entregarnos una de las mejores películas de superhéroes de las últimas décadas. ¿Por qué?
Jenkins logra narrar y transmitir la esencia del personaje. Ningún superhéroe -de la camada más reciente- tiene una película como esta, una adaptación que logre traspasar realmente lo que es y significa. Muchos han dicho que es la mejor desde The Dark Knight pero yo creo que dentro del género es aún mejor. Con todo lo que amo a los Nolan, creo que ellos lograron darnos una película increíble, con un tremendo villano como Joker pero nunca vi a Batman ahí (sí un tremendo Bruce de parte de Bale).
Aquí, Jenkins lo logra al primer intento, y nos entrega la mejor desde el Superman de Richard Donner en el ’78 (y que ella misma ha señalado como su principal inspiración). Ayer hablaba con mi papá y le decía que así como tuvimos a Christopher Reeve, espero que para esta generación Gal Gadot sea su Wonder Woman.
No quiero entrar en detalles aún de la película -por eso son sólo primeras impresiones y la primera de espero varias notas respecto a la película- pero hay tantas imágenes hermosas que comienzan con una simple línea de la madre de Diana: “No necesitas luchar para ser una heroína”. Algo que ella no entenderá hasta casi el final de la película y que marcará su desarrollo.
Hay una gran habilidad de la directora para no sólo ser capaz de hacerse cargo de 75 años de historia, sino también de contarnos su origen, su crecimiento y volverla superhéroe en poco más de 2 horas. Cuántas películas de Superman, SpiderMan o Batman se han hecho sólo para explicar quiénes son y aún así han fallado.
De esta forma, la cinta logra mezclar la mitología de las amazonas con acción, humor, un poco de romance -que por suerte no es mucho y no en el sentido tan clásico- y un encanto increíble de su protagonista, Gal Gadot. Es imposible no dejarse encantar por su sonrisa, su mirada cariñosa, su ceja y su cara de furia, de cualquier forma no puedes dejar de mirarla y amarla.
Gracias Patty Jenkins por crear esta isla paraíso, esta niña que vemos crecer hasta convertirse en una diosa alimentada por el amor. Gracias por devolvernos la idea de que todavía necesitamos superhéroes pero aún más que todos podemos ser héroes, no necesitamos poderes, a veces son simple gestos de compasión los que marcan la diferencia.
Como dicen en la película: todos tenemos batallas que luchar. Cada uno es un héroe en su propia historia. Pero también, podemos ayudarnos, podemos salvar a otra, podemos hacer que otra crea que puede salvarse y ser salvada, podemos sonreír así como Gal e iluminar el día de alguien aunque esté librando una guerra por dentro.
¿Ahora qué nos queda? Recomendarla, invitar a otr@s, llenar las salas, dar una señal tan potente de que estamos aquí, esta es nuestra heroína, esto es lo que necesita el mundo: AMOR.
La actriz captura de forma soberbia esa mezcla de encanto y ferocidad del personaje.
Creo que el mejor piropo para una película del género superheroico es decir que es una gran adaptación, y Wonder Woman definitivamente lo es, y además aporta y tiene su propia personalidad.
Ay Gal Gadot…