Hubo un tiempo en que me pregunté por qué los personajes femeninos fuertes eran considerados como tales sólo si correspondían a mujeres guerreras, o buenas en artes marciales y que se alejaban mayormente de sus emociones. Lo pensé bastante, y llegué a la conclusión de que esa era sólo una arista frente a lo que entendemos por un “personaje femenino fuerte”.
De por sí, el tópico de “personaje femenino fuerte” o “mujer fuerte” comienza a darme urticaria cuando se usa para avalar a una persona por sobre otra. ¿Perdón? ¿Eso significa que hay personajes femeninos que no son fuertes? ¿Son personajes femeninos fuertes con respecto a qué? ¿A qué le llaman fuerte? ¿Es la fuerza lo mismo que patear traseros? ¿Será la fuerza acaso esa resistencia ante las adversidades? O en la narrativa, la fuerza de un personaje femenino es cuando supera y sobrevive a la violencia en una trama. ¿Eso es ser un personaje femenino fuerte? ¿Lo es?
Frente a tanta pregunta, y de darle vuelta al asunto mientras sigo consumiendo productos con diversos personajes femeninos que algunos son apreciados por ser fuertes y otros no… llegué a la conclusión de que es una categoría bastante patriarcal. Lo mismo se agrega cuando clasifican a una mujer o personaje femenino como “inteligente”. “Fuerte” e “inteligente”. Y ahora explico por qué lo considero patriarcal. ¿A los hombres de la ficción se les señala por “personaje masculino fuerte”, “personaje masculino inteligente”, etcétera?
La guionista, directora y productora Shonda Rhimes (Grey’s Anatomy; How To Get Away With Murder; Scandal) comentó algo similar vía Twitter hace casi un año atrás:
Un comentario al que se sumó también la actriz Jessica Chastain, quien citó lo expresado por Rhimes y agregó que todas las mujeres son mujeres fuertes.
Acorde a esos comentarios anteriores es que busqué plasmar mi postura, pero encontré que alguien lo había expresado mucho mejor y decidí dejarlo a continuación.
Escribir personajes femeninos según Jane Seville
Jane Seville es una escritora y científica estadounidense, que comenzó su carrera literaria escribiendo historias de fans sobre las obras que le gustaban. Comenzó publicando en sitio webs, y posteriormente escribió su primera novela Zero at the Bone y la presentó en Amazon.
Seville se ha dedicado a dar consejos literarios a sus seguidores y seguidoras que la contactan a través de la red social de Tumblr. Fue ahí que contestó sobre el concepto del “personaje femenino fuerte” y la asociación que solemos tener con aquellas mujeres de la ficción que son expertas en combate, armas, etc.
Jane Seville escribió sobre este dilema, y recalcó -para las futuras escritoras, guionistas, creadoras-, que se tienen que escribir personajes femeninos fuera de este tópico o cliché. La escritora expresa lo siguiente:
Un personaje femenino no tiene que ser “fuerte” (cualquiera sea tu definición sobre eso) para que sea un buen personaje. Las mujeres pueden ser fuertes o cobardes, emocionales o estoicas, con necesidades o ser independientes y aun así ser legitimadas como personas y como personajes interesantes.
En nuestro deseo totalmente comprensible de ver representaciones de mujeres fuertes (en reacción a décadas de damiselas en apuros y mujeres como apéndices), de alguna manera nos hemos apoyado en este rincón donde la única representación aceptable de una mujer en los medios de comunicación es una mujer fuerte, patea traseros.
Eso no le hace ningún favor a las mujeres. Simplemente conduce a la actitud de que tienes un sólo camino para ser legítima como mujer. No deberías ser Natasha Romanoff o Xena para ser considerada un buen personaje. No me malinterpreten, amo a una buena Buffy tanto como a cualquier otra persona, pero esa no debería ser la única representación aceptable. Debería estar bien que un personaje femenino NO sea fuerte, también.
La autora así deja su argumento sobre dejar de y agrega, como un buen consejo, a que desechemos la idea de escribir “mujeres o personajes femeninos fuertes”. Seville añade:
Escribe mujeres interesantes. Escribe mujeres equilibradas. Escribe mujeres complicadas. Escribe una mujer que patea el culo, escribe una mujer que se acobarda en una esquina. Escribe una mujer que está desesperada por un marido. Escribe una mujer que no necesita un hombre. Escribe mujeres que lloran, mujeres que despotrican, mujeres tímidas, mujeres que no deja que la fastidien, mujeres que necesitan validación y mujeres a las que no les importa lo que piensen. Todas están bien, y todas esas cosas podrían existir en la misma mujer. Las mujeres no deben ser valoradas porque somos fuertes, o patear traseros, sino porque somos personas. Así que no se centren en escribir personajes que son fuertes. Escribe personajes que son personas.
El único personaje femenino malo, si me preguntas, es uno que es plano. Uno que no es realista. Uno que no tiene agencia propia, que sólo existe para definir otros personajes (generalmente hombres).
Escribe cada mujer como si ella tiene su propia historia de vida, sus propias motivaciones, sus propios miedos y fortalezas, e incluso si ella está sólo en la historia para una página, ella será una persona real, y eso es lo que necesitamos. No una falange de mujeres que pueden cortarte la cabeza con un golpe de karate, pero las mujeres reales, que son personas, tienen toda la complejidad, y lo fuerte y lo no fuerte van con ella.
Un personaje femenino fuerte es aquel que se define por sus propias características, historia y personalidad, y no solamente por las acciones o necesidades de otros personajes. Ella es una persona en la historia, no un accesorio. Esa es la mejor definición que puedo llegar. Ten en cuenta que mi definición no implicó artes marciales.
Decidí traducir y dejar este texto de Jane Seville pues refleja exactamente lo que tenía pensado decir en este comentario: mi deseo por ver personajes femeninos retratados como personas reales, no fuertes, no débiles, sino con matices, con problemas, que sean buenas, que sean malas, pero que se note que estén bien escritas. También lo expresado por Shonda Rhimes, Jessica Chastain y Jane Seville es un aprendizaje para quienes quieren crear historias donde hay mujeres en ella.
Aunque claro, separar estas cosas en femenino-masculino, mujer-hombre, es caer en categorías binarias. Algo de lo que pretendo desprenderme, pues el binarismo lo comprendo como el funcionamiento de las computadoras y softwares, no en géneros y sus identidades. Así que resumamos esto en algo más simple. Escribamos y pidamos personajes bien escritos. ¿Se puede? Yo creo que sí.