Primer día de la segunda versión de la Comic Con Chile. Primero decir que a diferencia del año pasado, la jornada partía a las cinco de la tarde, y el programa oficial sólo consideraba las fotos con los actores invitados (Peter Facinelli, Billy Dee Williams y Margot Kidder), además de un foro con Norman Breyfogle que nunca vi. Pero vamos por parte.
Al llegar, la entrada estaba repleta. Una fila enorme de gente, en su mayoría chicas de entre 15 y 25 años bajo la lluvia, esperando.
La verdad es que nunca he sentido esa euforia de fan (no es que me enorgullezca, me habría gustado volverme loca por alguien/algo). Amo los comics, pero jamás haría una fila bajo la lluvia por alguien, tal vez sólo por Neil Gaiman que es mi escritor favorito ever. Me desvío…
Las chicas comenzaron a presionar y entonces decidí entrar antes que se viniese el apocalipsis. La entrada este año mejoró bastante. El espacio de la Estación Mapocho se usó de manera mucho más apropiada, moviendo el escenario desde el medio hacia un lado, permitiendo una mejor circulación por los stands.
El flujo funcionaba, y se podía andar libremente por todos lados. Bueno, eso hasta que se abrieran las puertas…
Al entrar el batallón de muchachas quedó al descubierto la desorganización que ya va siendo una característica de este evento. ¿Dónde son las fotos? preguntaban y gritaban, y como siempre no había nadie para responder. Alguien con polera de la productora se apareció y dijo ‘en el escenario central’. De inmediato se armó una fila, mientras al lado mío –muy lejos del escenario- instalaban las típicas cuerdas que hay en los bancos para controlar. Los que seguían entrando fueron metiéndose ahí y las cientos de personas que se habían movido quedaron atrás, haciendo una fila que no tenía sentido.
¿Por qué cuento esto? Me parece que ejemplifica claramente el “estilo” de este evento: desorganizado, desinformado, casi improvisado en ciertas etapas, como si las cosas se dejaran a la suerte del momento. Me pregunto si no se requiere de contrataciones directas. Este año también se instauraron los voluntarios y se siente la diferencia, pero aún se nota que esto sigue dependiendo de sólo un par de personas sin delegar decisiones. Y esto es una CON, con marcas, stands, y un público que responde entusiasmado, por lo que corresponde ser responsable con tal ambiente.
Que hayan chicas desmayándose, que la seguridad no sea suficiente, que nadie entienda lo que se está diciendo no es posible en un evento de esta envergadura. Esto ya creció, la prensa está atenta, el público está respondiendo, la masividad está, y los únicos que no están actuando como corresponde son los organizadores de este evento.
¿En cuanto a los stands? Como dije, están mucho mejor distribuidos y la oferta es variada. Tiendas como Bazinga, Shazam, además de los números de Unlimited -tanto Bazinga como Unlimited tienen descuentos especiales por el evento- aunque lleven efectivo si no quieren pegarse al pique de vuelta al metro ya que casi ningún local tiene redcompra y no hay cajeros en el interior. También están editoriales como Arcano IV y Mythica, con productos nuevos como Lado B y Acceso (respectivamente). Los fans también están, aunque hay menos agrupaciones en relación a la versión anterior (no está Glee); me pareció especialmente interesante la propuesta de X Files (entren sí o sí al cuarto oscuro) y la gente de Steampunk.
Los dos invitados internacionales de comic, Norm Breyfogle y Ariel Olivetti, tenian también su espacio donde firmaban y hacían dibujos. Según el programa ayer tocaba también un foro con Norm, pero nunca supe algo sobre ello. No manejo tampoco qué pasó. Y espero que se aclare eso hoy. Y ese es otro tema: la desinformación.
¿Consejos? Lleve mucho efectivo, paciencia para hacer filas, y una buena dosis de paz y entusiasmo. Como suele pasar, lo mejor de este evento son las personas, la oportunidad de conversar sobre intereses similares, de hacer vínculos y de divertirse en esa mezcla y esa euforia. Y aproveche, aprovechen de compartir con los artistas invitados, de preguntar, de saber más, vayan hambrientos de información, de lectura y de mundos desconocidos.
¡Gracias por el reporte! Cuando me enteré el año pasado que habría Comic Con Chile me dio mucha rabia, porque justo me había venido a vivir a un pueblo donde no se hacen grandes convenciones. Pero después me acordé que era Chile, asi que asumí que tendría problemas de organización.
Después de todo, esta es la segunda ¿no? La tercera es la definitiva. Ojalá que la organización aprenda de sus errores.